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Núcleos para la Sustentabilidad Territorial+Aguas pretenden asegurar el manejo eficiente del agua promoviendo la inversión, innovación, alianzas y educación, en pro de un abastecimiento y gestión de recursos naturales más eficiente y sustentable.

Preservar y proteger las cuencas hidrográficas de los severos efectos del cambio climático asegurando la cantidad y calidad del abastecimiento de agua a la población y subsanando las malas e ineficientes prácticas de muchos usuarios, es el propósito de los Núcleos para la Sustentabilidad Territorial, NEST+Aguas, acuerdos voluntarios público-privados por la sustentabilidad lanzados por el Consejo Nacional de Producción Limpia, CPL.

La iniciativa procura la conservación y el desarrollo integral de las cuencas, promoviendo la inversión, innovación, alianzas y educación para lograr una gestión de los recursos naturales más eficiente y sustentable en el largo plazo, asegurando el agua en diversos estados, ya sea superficial o subterránea.

El primer Nest+Aguas que comenzó a operar abarca la zona de los ríos Maipo y Mapocho e involucra a las empresas usuarias de agua de los sectores industrial, minero, agrícola como Aguas Andinas, Canalistas del Maipo, y a órganos públicos como la Comisión Nacional de Riego, la Dirección General de Aguas, Conaf, y los Ministerios de Obras Públicas y de Medio Ambiente, entre otros.

El Director Ejecutivo del Consejo Nacional de Producción Limpia, Jorge Alé Yarad, explicó que la diversidad de características de los recursos hídricos, junto a la incertidumbre generada por los eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones, hace que la planificación y gestión de este recurso sea particularmente compleja en nuestro país.

Afirmó que la constitución de otros NEST+Aguas -que posteriormente, se llevarán a cabo en las cuencas de los Ríos Huasco y Aconcagua- buscan prevenir, mitigar y adaptarnos al impacto del cambio climático en Chile, cuyas repercusiones alertan diversos estudios como elInforme del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU (IPCC) e investigaciones académicas y científicas de nuestro país.

Jorge Alé resaltó que, además de la acciones de protección de cuencas ante los efectos del cambio climático, es urgente terminar con las malas e ineficientes prácticas en dichas zonas. “Aunar los criterios de los actores de las cuencas constituye el verdadero desafío para el manejo sustentable del recurso hídrico, justamente lo que aborda el NEST de Aguas”, expresó.

Las estrategias de adaptación –afirmó el Director del CPL, se deben focalizar en aumentar la inversión en embalses, en canales para trasvasijar agua inter cuencas y la ejecución de obras de infiltración de acuíferos, además de expandir la frontera de producción agrícola de bajo riego hacia el sur, promoviendo la inversión eficiente en el riego y del uso del agua en general.

Añadió que la mesa de trabajo público-privada del NEST de Aguas debe generar un diagnóstico territorial de cuenca que sistematice la información cuantitativa y cualitativa, referida al ámbito social, ambiental y económico.

“Deberán promover esta acción a través de alianzas con entidades que realicen campañas de protección del agua, como la  Comisión Nacional de Riego (CNR), o  de reforestación, como CONAF. También, mediante Acuerdos de Producción Limpia (APL) que aseguren buenas prácticas en la cuenca”, expresó.

Algunos de los efectos más severos que anticipan los estudios son la disminución de las lluvias, que en los últimos 70 años registran un sostenido descenso de agua caída; el deshielo de los glaciares, especialmente Campos de Hielo Sur, con retrocesos de hasta 30 metros por año, según diversos análisis científicos entre ellos el del Núcleo Científico Milenio de la Universidad Austral.

Las investigaciones también alertan no sólo del aumento de la salinidad, nivel y temperatura del mar que provocará impactos en la pesca y migración de ciertas especies, sino también del desplazamiento de ciertos bosques hacia zonas más lluviosas en el sur, afectando la biodiversidad.