>Participar es cooperar, comunicar, contribuir con ideas fuertes y comprometidas, factor esencial en los planes y gestiones que se realizan desde organizaciones pequeñas hasta Gobiernos, pero también son importantes las personas para que se desarrollen y den frutos valederos en la sociedad, como bien LO saben los habitantes de Vallenar.
Los vecinos de la Región de Atacama, a través de la participación ciudadana en su Gobierno local se han organizado en diferentes procesos que contribuyen al mejoramiento de su calidad de vida y entorno. La esperanza de que sus metas se cumplan no se ha perdido. Un ejemplo de esto se reflejó en la Junta de Vecinos nº 21 de Cachiyuyo en asociación con la Agrupación Turística Caleta Chañaral quienes realizaron la Escuela en Gestión Social y Mediación comunitaria para la Participación Ciudadana el pasado 31 de enero.
En la convocatoria se compartieron experiencias en el domo geodésico ubicado en la costa de Caleta Chañaral, la cual es una construcción antisísmica perfecta ante el temor de algunos presentes por los temblores que acontecieron en la zona.
La jornada fue coordinada a través del Departamento y la Secretaría Comunal de Planificación en conjunto a Servicio País, institución civil sin fines de lucro que promueve la equidad e integración social.
Luisa Villalobos pertenece a la Junta de Vecinos nº 21 de Cachiyuyo quien destaca que: “yo creo que este programa va a dar frutos para ambos sectores y para la región en general porque se ha sabido cómo hacer que nuestras organizaciones salgan adelante”, afirmó.
Este programa, considera la posibilidad de aumentar la participación social mediante la conexión entre su pueblo y la Caleta: “Tenemos locomoción y hospedaje, por lo que podríamos gestionar que en Cachiyuyo los turistas pasen la noche y en el día puedan ir al circuito marino para ver las ballenas de la zona”.
Cabe destacar que Cachiyuyo es una antigua localidad que resguarda restos de material lítico (puntas de flechas, raspadores, entre otros), la que inicialmente cobijó a familias dedicadas a fundir cobre, oro y plata que se transportaban desde las minas San Antonio del Huasco y de la Mina Verde. De un asentamiento minero agrícola pasó a ser un poblado con árboles frutales y una estación de Ferrocarriles “construida con madera de pino oregón y ramas de churqui (arbusto espinoso), revestida con greda y paja, al estilo de la época”, la que fue declarada Monumento Nacional.
La magia de este pueblo se hizo conocida publicitariamente en los 90, a través de un comercial de la Compañía de Teléfonos de Chile grabado en 1989 y emitido en 1990.
Actualmente posee alojamientos y restaurantes en medio de un acogedor desierto que lo une por medio de rutas a localidades como La Candelaria, Molle Bajo, Molle Alto, Los Loros, entre otros.
Esta zona también ha avanzado tecnológicamente, ya que cuentan con servicios de Internet, televisión abierta y telefonía celular.
Aurora Campusano es Presidenta de la Asociación Turística de Caleta Chañaral e invita a quienes deseen pasar un agradable día: “Tenemos todos los servicios aptos para recibir a los turistas a nuestra reserva marina. Nos pueden visitar con tranquilidad y bastante seguridad”, comenta junto a Patricio Ortiz, participante de la jornada y socio de los paseos en bote que se realizan con el objetivo de conocer las maravillas del entorno marino, como las ballenas que a veces se dejan ver ante los ojos de quien las cautive.
Fuente: Paulina Margo, Secpla Vallenar.
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