A Ocho Años del Primer Rechazo: Comunidades del Archipiélago de Humboldt Claman por el Fin del Proyecto Dominga
A Ocho Años del Primer Rechazo: Comunidades del Archipiélago de Humboldt Claman por el Fin del Proyecto Dominga
A pesar de haber sido rechazado en tres ocasiones, el proyecto minero-portuario Dominga sigue generando preocupación entre las comunidades costeras del Archipiélago de Humboldt. Representantes de la pesca artesanal, el turismo y organizaciones sociales manifestaron su temor frente a la persistencia judicial de Andes Iron para reactivar la iniciativa extractiva en una zona reconocida por su alta biodiversidad y productividad marina.
El rechazo inicial del proyecto se remonta a hace ocho años, pero la empresa insiste con acciones legales que mantienen viva la polémica. Este miércoles 28 de agosto, la Corte de Apelaciones de Antofagasta es escenario de una nueva audiencia clave, donde abogados de comunidades locales intentarán demostrar irregularidades en la actuación del Primer Tribunal Ambiental (1TA), el cual ha cuestionado el reciente rechazo unánime del Comité de Ministros (enero 2025).
«No estamos en contra del progreso, estamos defendiendo nuestra fuente de trabajo«, enfatizó Luis Cortés, presidente de la Asociación Gremial de Chungungo. “Dominga representa una amenaza directa a nuestras áreas de manejo, que hemos protegido por generaciones”, añadió.
El Archipiélago de Humboldt alberga las áreas de manejo de recursos bentónicos más productivas del centro-norte de Chile, gracias a sus excepcionales condiciones oceanográficas. En sus costas se sustentan miles de empleos ligados a la pesca artesanal de especies como el loco y la macha, así como al turismo sostenible.
Fernando Cornejo, vicepresidente del Gremio de Pescadores de Punta de Choros, pidió a las autoridades considerar la fragilidad del ecosistema: “Nuestros compañeros viven pendientes del mar, lo cuidamos día a día. Este proyecto no es compatible con nuestra forma de vida”.
Desde el sector turístico, la alarma es igual de fuerte. Marcelo Villalobos, presidente de la Corporación de Turismo Sostenible de La Higuera, destacó que más de 1.800 empleos directos dependen del rubro. “El turismo es nuestra herramienta para un desarrollo sostenible y una vía de educación ambiental”, señaló.
La dirigenta y emprendedora turística Jéssica Osorio, presidenta de la Agrupación Yerba Buena, denunció el impacto social prolongado del conflicto: “Dominga ha roto el tejido social de nuestra comuna con promesas e incentivos que dividen. Vivimos en incertidumbre, y sí, nos sentimos amenazados”.
Las comunidades exigen certezas y protección. Llaman al Estado a resguardar sus fuentes de empleo sustentables y a respetar las evaluaciones ambientales que han fundamentado el rechazo del proyecto.
A ocho años del primer “no” a Dominga, las organizaciones insisten en que el tiempo ha probado su posición: proteger el Archipiélago de Humboldt no es solo un acto ambiental, sino un deber ético con quienes viven del mar y sus ecosistemas.





