¿Qué podemos hacer? El excesivo centralismo agobia a las regiones y no tenemos las dietas y asignaciones del diputado Por Rodrigo Loyola Morenilla
Vecinos de Huasco, esta semana se han enterado a través de una noticia del diario Atacama que ha sido replicada y viralizada por distintos medios, que quien les habla, en su calidad de Alcalde, en estos últimos 4 años, es el alcalde de la región que más ha gastado en viáticos por salidas fuera de la comuna.
¿Qué puedo decir al respecto? Nada, nada más que declararme culpable de las aseveraciones que informa ese periódico. Es cierto, en estos últimos 4 años he debido desplazarme fuera de Huasco en innumerables oportunidades. Entonces es cierto, soy culpable.
Debo hacer presente por supuesto que no se ha tratado de viajes de placer, no se ha tratado de destinos paradisiacos, ni siquiera se ha tratado de viajes acompañando a delegaciones o aceptando invitaciones que continuamente me llegan desde los distintos rincones del mundo por mi calidad de primera autoridad de este puerto, sino que se trata de desplazamientos muy específicos y continuos por motivos estrictamente laborales las ciudades de Copiapó, Tocopilla, Santiago, y al Congreso Nacional en Valparaíso.
No voy a calificar la pertinencia de esta publicación en momentos preelectorales, así como tampoco me pronunciaré sobre el hecho de que la prensa conociera los resultados del informe antes que el propio municipio, pues por mucho que pueda a veces resultarnos incómodo vernos expuestos de esta manera, los medios de comunicación deben cumplir con su rol informativo, ello es esencial en un sistema democrático que siempre debemos proteger. Sin embargo, lo que no ha informado el diario Atacama son las razones y las gestiones que se han desplegado por este alcalde y su equipo para la comuna de Huasco en sus viajes oficiales.
En primer lugar, es importante recordar que en los últimos años hemos estado enfrascados en dos luchas judiciales en materia medio ambiental, las que se verificaron en juicios en la Corte de Apelaciones de Santiago, la Corte Suprema y el Tribunal Ambiental también ubicado en Santiago. Debimos trasladarnos junto a las organizaciones ambientales, debimos recorrer radios y canales de televisión exigiendo respeto medio ambiental para nuestro pueblo, en los casos de Punta Alcalde y la derogación de la norma protectora sobre MP10, ambos procesos exitosos; nos organizamos en conjunto a otras comunas denominadas zonas de sacrificio para alzar la voz por nuestros pueblos, junto a Tocopilla, Coronel, Puchuncaví y Quintero; estuvimos apoyando la causa de nuestros vecinos de Freirina por la contaminación de Agrosuper y llegamos hasta el Congreso Nacional para hacer ver el conflicto que existía y que los medios habían silenciado y durante más de cuatro años estuvimos golpeando las puertas de La Moneda y del Ministerio del Medio Ambiente para que se decretara de una vez por todas la zona de latencia por contaminación en Huasco y así se crearan los planes de descontaminación respectivos; no fue en vano, lo logramos. Ojalá todas esas gestiones pudieran hacerse desde Huasco, pero lamentablemente no es así. Si debo asumir que viajé fuera de Huasco por esto, pues lo asumo. Soy culpable.
Tampoco informa el diario Atacama, ni el informe de Contraloría en que se basa, que el grueso de los viáticos se realizó en el marco de visitas y reuniones oficiales a distintos ministerios, tales como Defensa, Fuerzas Armadas, Subdere, Interior y al Gobierno Regional para obtener los recursos para proyectos que desde Huasco es imposible gestionar y agilizar. Sólo como un dato, los proyectos de Alcantarillado, Viviendas, el Estadio, la reposición de la escuela Mireya Zuleta y las mejoras al Liceo Japón, la construcción de sedes sociales, la creación del nuevo paseo de ingreso a Huasco y la nueva Plaza de Armas entre tantos otros proyectos, sólo pueden gestionarse desde el centro regional y nacional, esto es Copiapó y Santiago. Lamentablemente el excesivo centralismo que agobia a las regiones se agudiza en comunas pequeñas como las nuestras, pero qué podemos hacer, ¿quedarnos de brazos cruzados y esperar que los proyectos avancen por inercia? ¿Que en Santiago se acuerden de los proyectos de Huasco por iniciativa propia de los Ministerios? ¿Acaso los vecinos no esperan de sus autoridades que éstas tomen al toro por las astas y que si deben viajar nueve horas por la carretera para llegar a una reunión de dos horas lo hagan? Si con eso se beneficia al pueblo y se obtienen más recursos y nuevos proyectos.
Durante el periodo objetado por el mencionado informe hemos obtenido recursos por más de 17.000 millones de pesos desde el Gobierno Regional y el Nivel Central en proyectos para nuestro querido puerto. El gasto, que se realizó para gestionarlo, en viáticos representa apenas un 0,0014% de lo que obtuvimos como beneficio para Huasco.
En materia de alianzas con el sector privado, a través de constantes negociaciones, hemos logrado que las grandes empresas instaladas en la comuna cambien sus políticas de responsabilidad social empresarial (RSE); un botón de muestra de ello es que durante la administración municipal que me precedió, la termoeléctrica Guacolda llegó a pagar el mismo valor de patente que pagaba la señora del carrito de completos. Hoy, producto de nuestros constantes viajes para sensibilizar a las empresas a través de sus gerentes en Santiago, Guacolda no sólo paga la patente que le corresponde como mega empresa sino que además a través de su fundación inyecta importantes recursos a proyectos comunales y junto a Cap además cancelan derechos especiales de aseo industrial, derechos que nunca antes nadie les cobró y que implican asumir en parte las externalidades negativas de la industria.
A fin de transparentar aun más la información quiero ser más explícito. Un viático por un día pernoctando en Santiago (con lo que se debe cubrir gastos de alimentación y hospedaje diario) equivale a menos de 53 mil pesos. El arriendo en un apart hotel en el centro de Santiago diariamente cuesta en promedio 50 mil pesos. Juzgue usted si los viáticos representan realmente un beneficio, como algunos maliciosos quieren hacerlo ver.
Les debo confesar algo más, a mis 48 años, viajar por nueve horas a Santiago y dejar de ver a mi familia por varios días no es algo especialmente agradable, pero comprendo que este es mi trabajo y que si lo debo hacer un millón de veces más, lo haré; es el compromiso que he asumido con ustedes, mis vecinos.
He preferido hablarles de frente, asumir con la verdad las distorsiones de un tema que se presenta en una época electoral de manera tan liviana, sin comprender que aquí existe un trasfondo y una problemática que radica en el excesivo centralismo en la toma de decisiones y en las transferencias de recursos a los municipios. Ojalá que a los parlamentarios que les preocupó este tema, al punto de llegar a fiscalizarlo y hacerlo público sin mayores análisis, asuman esto como una problemática que va más allá de lo sensacionalista y lo tendencioso. Nosotros no tenemos una dieta como la del diputado, ni tampoco tenemos sus abultadas asignaciones para realizar las gestiones de nuestro cargo, pero sí tenemos una responsabilidad directa con el bienestar de nuestra gente y nuestro pueblo, responsabilidad que vamos a seguir asumiendo contra viento y marea, pese a las críticas; aún sean infundadas y livianas, no perderemos nuestro norte ni nuestro objetivo, los cientos de familias de Huasco y el compromiso con su prosperidad y la esperanza de una vida más digna. Mañana seremos más fuertes porque Huasco está creciendo, porque todos somos una sola familia. Es por esto que los invito a mirar el futuro con confianza y coraje.