Diputada Yasna Provoste celebra aprobación de gratuidad en Reforma a la Educación Superior.
Sin embargo, la diputada Provoste lamentó que no se hayan aprobado los cambios para impedir los negocios entre partes relacionadas en las universidades.
Como “un paso importante para avanzar en los cambios estructurales que se requieren en la educación superior del país, pensando en más igualdad de oportunidades y fin a la exclusión”, calificó la diputada por la región de Atacama, Yasna Provoste la aprobación de la Reforma a la Educación Superior en la Cámara de Diputados. El proyecto pasó a su segundo trámite en el Senado.
Así lo precisó la diputada DC Yasna Provoste, integrante de la Comisión de Educación, quien destacó la aprobación de la norma que señala que, a partir del próximo año, la gratuidad en la educación superior beneficie a los estudiantes que provengan de los hogares pertenecientes a los seis primeros deciles de menores ingresos de la población. Luego, se plantea que se avance hacia los próximos deciles dependiendo del crecimiento económico del país, lo que permitirá la gratuidad universal cuando la recaudación fiscal sea del 29,5% del PIB tendencial.
Sin embargo, la diputada Provoste lamentó que no se hayan aprobado los cambios para impedir los negocios entre partes relacionadas en las universidades y señaló que “espera que el Gobierno cumpla con todos los compromisos para avanzar en la inclusión de personas con discapacidad tal como como lo ha pedido el Consejo de Naciones Unidas a nuestro país”.
Contenido del proyecto
La iniciativa, cuyo tratamiento se inició el pasado martes 11 de julio, tiene como propósito específico “la creación y fortalecimiento de la institucionalidad del Sistema de Educación Superior, el aseguramiento de la calidad y resguardo de la fe pública, el fortalecimiento de la formación técnico profesional y la gratuidad en la educación superior”.
En términos concretos, la propuesta legal establece el marco de derechos y principios que regirá al sistema, entre otros: autonomía; calidad; diversidad de proyectos educativos institucionales; inclusión; libertad académica; participación; respeto y promoción de los derechos humanos; y acceso al conocimiento.
Luego, define el rol y las características de las instituciones de educación superior (IES), es decir, de las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica; determina la composición del Sistema y la tutoría que sobre este ejercerá la Subsecretaría de Educación Superior y la fiscalización por parte de la Superintendencia de Educación Superior. En estos dos últimos casos, se determinan las normas para su creación, atribuciones y estructura.
El proyecto redefine al Consejo de Rectores y abre la opción a que este sea integrado por todas las universidades reconocidas por el Estado que lo soliciten, bajo determinadas condiciones.
Luego, se avanza en el sistema común de acceso a las IES, sus características generales y principios; la administración del mecanismo por parte de la Subsecretaría; programas especiales; y carácter obligatorio del instrumento para todas las instituciones que reciban recursos públicos y/o financiamiento estudiantil con la garantía del Estado.
También se regula la forma de organización de las instituciones de educación superior constituidas como personas jurídicas de derecho privado sin fines de lucro (entre otros, controlador, destino de los recursos, órgano de administración superior); y se determinan las normas que regirán el sistema nacional de aseguramiento de la calidad de la educación superior, las instituciones que lo integrarán y sus funciones.
Entre otras variadas materias, el proyecto determina las coordenadas para el financiamiento institucional para la gratuidad; regula el sistema de valores de aranceles, derechos básicos de matrícula y cobros por concepto de titulación o graduación; y determina cómo se definirán las vacantes máximas de estudiantes de primer año para instituciones de educación superior que reciban el financiamiento institucional para la gratuidad.