Ministerio de Agricultura busca erradicar las quemas de desechos agrícolas en Chile
A través del Instituto de Investigaciones Agropecuarias del MINAGRI, investigadores desarrollaron distintas alternativas sustentables para reemplazar esta mala práctica que contamina la atmósfera y la fertilidad de los suelos.
Una práctica habitual y ancestral en los campos de nuestro país, es la utilización del fuego para eliminar los residuos que quedan después de faenas agrícolas y forestales en predios rurales. Sin embargo, se ha comprobado que estas quemas agrícolas provocan una grave contaminación ambiental que afecta el bienestar de las personas, incendios forestales y, además, una degradación del suelo por pérdida de materia vegetal.
“El uso del fuego en la quema de rastrojos, provoca un daño tremendo, bajando la productividad, contribuyendo a la polución y generando un problema cuyo efecto final recae en la población que habita las grandes ciudades cercanas a zonas rurales”, explica el Subsecretario de Agricultura, José Guajardo Reyes.
En Chile durante el 2017 se quemaron en forma controlada 259.739 Ha, de las cuales 239.110 (93%) corresponden a quemas de rastrojos y desechos agrícolas. Esta práctica quedará prohibida desde el 2026 por mandato de la Superintendencia de Medio Ambiente de Santiago.
“Esta situación dejaría a los pequeños agricultores sin opciones para el manejo de sus residuos, por tanto, era imperativo proveerlos de alternativas sustentables para el manejo de rastrojos y que éstas fueran amigables con el medio ambiente. Y hoy gracias al Instituto de Investigaciones Agropecuarias, La Platina; servicio dependiente del Ministerio de Agricultura; podemos contar con innovadoras alternativas al uso del fuego”, señala la autoridad.
Hacia la sustentabilidad agrícola Para Adela Manso; agricultora de la comuna de Curacaví; el quemar todo era lo más simple. “Nosotros simplemente quemábamos los rastrojos o los enterrábamos en un hoyo con tierra, era lo más fácil de hacer. Pero con este proyecto lo primero que nos pasó fue que hicimos un mea culpa, porque si amamos la tierra tenemos que devolverle a ella lo que nos da. Ahora sabemos que podemos hacer muchas más cosas con los residuos cuidando nuestra tierra”, comentó.
Las tres alternativas para el manejo de residuos en el campo fueron: la reincorporación al suelo, el compostaje o abono orgánico y cubiertas vegetal tipo mulch.
Estas técnicas fueron aprendidas por agricultores de las comunas de Curacaví, San Pedro y Melipilla, a través de capacitaciones y talleres elaborados por el equipo de Extensión de INIA La Platina.
“Los residuos son materia orgánica que puede volver al suelo, actuando como una esponja para retener la humedad de la tierra. Esto, junto con los nutrientes que entregan, es fundamental en tiempos de crisis hídrica como la que estamos viviendo en la zona central”, destaca Fabiola Sepúlveda, extensionista y coordinadora del proyecto.
Los beneficiarios lograron incrementar la retención de humedad y microorganismos en el suelo, evitaron la acción directa del sol y viento, retardaron la germinación de malezas, además de haber mejorado la calidad de sus cosechas.
Se espera que la iniciativa “Adaptación al cambio climático: Programa de transferencia de prácticas alternativas al uso del fuego en el sector agropecuario de la región Metropolitana”; de INIA La Platina y que contó con el apoyo del Gobierno Regional Metropolitana y Consejo; pueda servir de ejemplo para otras regiones del país.