Miles de docentes en Chile y Atacama merecen ser reconocidos por su incansable labor
Miles de docentes en Chile y Atacama merecen ser reconocidos por su incansable labor
En las instalaciones de la Secretaría Ministerial de Atacama, un grupo de profesores de la directiva regional de docentes jubilados se reunió para compartir un desayuno y ofrecernos su perspectiva sobre el proyecto de ley de la deuda histórica.
A través de sus relatos, estos educadores, muchos formados en las antiguas escuelas normales, nos narraron su experiencia en comunidades alejadas de nuestra región. Con gran sacrificio y en medio de condiciones económicas adversas, entregaron sus conocimientos a niños y niñas, llevando en sus mochilas no solo libros, sino también sueños y una misión de vida. Este emotivo encuentro nos deja una sensación profunda: miles de docentes en Chile y Atacama merecen ser reconocidos por su incansable labor.
La llamada «deuda histórica» trae consigo más de 40 años de espera, desgaste emocional, un trato injusto y la desvalorización del trabajo de miles de docentes que vieron sus salarios afectados durante el traspaso de la administración de los establecimientos educativos desde el Estado central a las municipalidades y/o corporaciones municipales. Estos últimos, en su condición de nuevos empleadores de las y los profesores traspasados, desconocieron este reajuste salarial, establecido en el artículo 40 del decreto de ley N° 3.551 de 1980, generando una merma en sus ingresos mensuales.
Nuestro Presidente Gabriel Boric, cumpliendo con uno de sus compromisos del Programa de Gobierno, presentó el proyecto de ley de la deuda histórica que recientemente fue aprobado por la Cámara de Diputadas y Diputados e ingresó a su segundo trámite constitucional donde será analizada por la Comisión de Educación, y la Comisión de Hacienda del Senado y que representa un avance significativo en el reconocimiento a las y los profesores que, durante el proceso de municipalización de la educación pública, sufrieron consecuencias económicas, morales, políticas y patrimoniales.
La iniciativa ofrece una compensación económica: un pago único de 4,5 millones de pesos a cada docente afectado que esté vivo, dividido en dos cuotas. Este pago se realizará en un plazo máximo de seis años, comenzando en octubre de 2025, y priorizando a los docentes de mayor edad. El proceso abarcará a todas y a todos los docentes identificados en la nómina de traspasos del Ministerio de Educación.
Es importante destacar que el proyecto de ley incluye a los docentes ya registrados en dicha lista, pero quienes no estén incluidos y cumplan con los requisitos podrán presentar sus antecedentes dentro de los plazos y criterios establecidos.
Este proyecto marca un hito simbólico fundamental para el reconocimiento de nuestros profesores, profesoras y para el país porque saldar la deuda histórica no solo es un tema económico, sino también un acto de justicia y dignidad hacia aquellos que entregaron su vida a la enseñanza.