A dos años de su creación el Servicio de Protección destaca cambios en enfoques de protección, reparación y acompañamiento de niños, niñas y adolescentes gravemente vulnerados
Exige que el 75% de los profesionales que trabajan en los Programas cumplan con un nivel de especialización y experiencia técnica pertinente a la línea programática.
Importante es aclarar que los niños, niñas y adolescentes que son parte del Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, a diferencia del Sename, no son niños infractores de Ley, de lo cual, se hace cargo el Ministerio de Justicia, por medio del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil
Natalia Segovia, directora (s) del Servicio en Atacama, destacó “estamos avanzando en un buen rumbo. Es importante señalar que después de dos años estamos visibilizando al Servicio de Protección, porque su instalación fue difícil y compleja”.
Haciendo historia, este Servicio se creó para hacerse cargo de un problema histórico. Por eso, en el primer año del Servicio el foco estuvo en abordar esas problemáticas y sentar las bases para poder desarrollar los cambios que hoy ya se están implementando.
La especialización: Fortalecer el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes, reparar y resignificar el daño, previniendo de manera oportuna nuevas vulneraciones
La directora contó que “acabamos de lanzar el Diagnóstico Clínico Especializado que se convertirá en la puerta de entrada al Servicio. Cada niño, niña y adolescente deberá pasar por este diagnóstico que permitirá tener una atención más personalizada y que considere todas las dimensiones de cada caso”.
Así mismo, el Servicio está implementando la nueva oferta regional, donde los Programas de Acompañamiento Familiar Territorial y el de Prevención Focalizada son claves y se están implementando de manera paralela. “Estos programas trabajarán fuertemente en fortalecer las herramientas y competencias de las familias. Teniendo como objetivo orientar y establecer las acciones de acompañamiento técnico a las Direcciones Regionales, para la correcta implementación y asegurando la continuidad de la atención de los niños, niñas y adolescentes y a sus familias. Para trabajar con estas prácticas de crianza reflexiva, que aseguren la protección y que consideren las necesidades de sus hijos e hijas”. En ese sentido, complementó que “este acompañamiento busca que menos niños, niñas y adolescentes sean separados de sus familias y enviados a residencias”.
También, como parte de la Especialización del Servicio, se destaca que esta semana es el lanzamiento de la Academia Conectando Saberes, que será un espacio para educar y capacitar continuamente a todos los funcionarios que trabajan con niños y niñas. Estos Organismos Colaboradores, que deben cumplir una serie de requisitos para acceder a ser proveedores y este nuevo modelo, incluye por ejemplo que deben contar con un mayor número de profesionales especializados en las temáticas que aborda el Servicio de Protección. Por ejemplo, el 75% de los profesionales que trabajan en este proyecto deben tener un nivel de especialización y experiencia técnica pertinente a la línea programática.
Finalmente, la directora (s), se refirió al rol de las Familias de Acogidas, en caso de que las familias directas no puedan hacerse cargo de los niños vulnerados “es importante avanzar en la creación de una cultura que incorpore el acogimiento familiar como parte de nuestra vida social y comunitaria; y que, por ende, se convierta en una sociedad más equitativa y preocupada por el otro», concluyó la Natalia Segovia.