INIA Intihuasi impulsa talleres en Atacama para fortalecer capacidades en hidroponía y manejo de invernaderos

INIA Intihuasi impulsa talleres en Atacama para fortalecer capacidades en hidroponía y manejo de invernaderos

Familias agricultoras, agrupaciones de mujeres, estudiantes y equipos técnicos vinculados al agro, participaron en  talleres demostrativos realizados por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Intihuasi, en distintas localidades de la Región de Atacama, en el marco del proyecto de Agricultura Familiar Campesina (AFC) que se está desarrollando en la Región.

La iniciativa forma parte del proceso de instalación, formación y acompañamiento para la adopción de sistemas hidropónicos de hortalizas de hoja bajo invernadero, un modelo altamente eficiente en el uso del recurso hídrico y probado previamente con resultados exitosos en la Región de Coquimbo.

Los talleres, realizados en las provincias de Copiapó y Huasco, centraron su trabajo en técnicas prácticas de hidroponía, control de plagas sin uso de agroquímicos, habilitación de módulos demostrativos y fortalecimiento de capacidades locales. Según explica Víctor Pizarro, profesional de INIA, la iniciativa busca transferir conocimientos y acompañar a los beneficiarios durante un proceso metodológico de largo plazo. “En Atacama estamos trabajando con doce beneficiarios directos distribuidos entre Alto del Carmen, Vallenar, Huasco, Copiapó y Tierra Amarilla. Estos talleres corresponden al primer ciclo, enfocado en estrategias de control de plagas en invernaderos, promoviendo métodos pasivos como el uso de mallas antiinsectos y aplicaciones preventivas de jabón potásico, cuya preparación enseñamos directamente a las familias”, detalló.

El trabajo práctico fue uno de los ejes centrales de las convocatorias. Los participantes, además de recibir contenidos teóricos, también ejecutaron tareas en terreno y adquirieron herramientas para comprender el funcionamiento de los módulos hidropónicos y las condiciones que requiere su operación. “Buscamos que las actividades sean muy prácticas, porque eso motiva a las personas. Estos son los primeros talleres y recién se están conociendo entre ellos, pero es un proceso que durará un año y medio, donde esperamos que los grupos se afiancen y consoliden sus conocimientos”, señaló el investigador, enfatizando la dimensión comunitaria del proyecto.

Además de la capacitación dirigida a agricultores, INIA incorporó a equipos territoriales pertenecientes a instituciones como la Comisión Nacional de Riego (CNR), INDAP, PRODESAL y municipios, con quienes ya se han realizado sesiones formativas en las dependencias de la CNR en Copiapó. Allí se habilitó un pequeño módulo hidropónico demostrativo, que servirá como herramienta para continuar profundizando en diversos aspectos de los sistemas protegidos. “La idea es que los equipos territoriales también entiendan el funcionamiento del sistema hidropónico y puedan abordar nuevos proyectos con el conocimiento técnico necesario para la correcta toma de decisiones, desde lo económico y lo operacional”, explicó.

 

 

El componente educativo también alcanzó a estudiantes del Liceo Bicentenario Manuel Magalhaes Medling  de Diego de Almagro, establecimiento con el que se están desarrollando módulos demostrativos adaptados al aprendizaje técnico de la comunidad educativa. “Queremos que los jóvenes y sus familias adquieran capacidades técnicas en hidroponía, porque ellos son los que podrán proyectar estas tecnologías en su territorio”, afirmó Pizarro.

Otro de los focos del proyecto es la incorporación de agrupaciones de mujeres de Chañaral y Diego de Almagro. Con ellas se trabajó en habilitación de módulos demostrativos, técnicas de cultivo hidropónico, buscando proyectar una línea estratégica para impulsar nuevas oportunidades productivas. “Con las agrupaciones queremos avanzar en capacidades técnicas y desarrollar una línea estratégica en la factibilidad de la producción hidropónica en la provincia de Chañaral,  para la proyección de nuevos proyectos en esta temática”, destacó.

Finalmente, las actividades se complementaron con visitas técnicas a los 12 beneficiarios del programa, donde se entregaron recomendaciones específicas para la habilitación de los terrenos y donde se instalarán los invernaderos productivos en febrero o marzo del próximo año. Estas estructuras contarán con sistemas de raíz flotante de capacidad para 360 plantas por ciclo, integrando criterios de sostenibilidad, eficiencia hídrica y eliminación del uso de agroquímicos.

Con estos talleres iniciales, que son parte del proyecto AFC de la Región de Atacama, INIA avanza en la transferencia de un modelo hidropónico validado y adaptado a territorios áridos, con el objetivo de fortalecer la producción local, diversificar la actividad agrícola y mejorar las oportunidades para pequeños productores, la formación de estudiantes y organizaciones de la Región de Atacama, gracias al apoyo financiero del Gobierno Regional de Atacama.

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