HACIA UNA EDUCACIÓN ECOCÉNTRICA

Marietta Pizarro Carretta, académica Facultad de Educación y Ciencias Sociales, UCEN Región Coquimbo.

Preocupa la disminución del asombro educativo por el impacto acelerado del clima en la tierra y sus cambios migratorios de especies y grupos humanos. ¿Será que somos un país acostumbrado a los desastres socio-naturales? ¿O simplemente las diversas pandemias nos han hecho ocuparnos legítimamente de la sobrevivencia presente?

La educación se realiza para transmitir el conocimiento, pero en esencia para transformarlo en pos de un futuro mejor para tod@s. Entonces no basta con enseñar del currículo conceptos físicos-químicos, biológicos y climáticos o enseñar solo a reconocer pasivamente sus problemáticas. Es urgente concienciar que somos naturaleza misma y parte de ella, que debemos generar aprendizajes enactivos y experienciales en la escuela y comunidad que realmente permitan comprender los problemas socioambientales y su pronta mitigación, así como la voluntad de no perder el tiempo en prácticas educativas que no conducen a la sostenibilidad planetaria.

Mayor desafío es superar dos concepciones: el antropocentrismo humano que vive a costa de la naturaleza, y la idea de que el conocimiento de las personas, grupos, organismos y objetos se fragmentan para estudiarlos (como las asignaturas). Definitivamente hay que avanzar hacia una educación ecocéntrica, ofreciendo aprendizajes que permitan el discernimiento de que todo está retro-proyectado e interconectado, formando para la comprensión de que los fenómenos del universo, planeta, y todos los organismos y nuestras comunidades, están interrelacionados desde lo material, lo cognitivo, lo social-natural y también lo espiritual.

Avanzar en esta dirección implica cambiar el modelo educativo y las acciones concretas en el aula, sea presencial o virtual. Requiere repensar el desarrollo de las habilidades y actitudes en nuestros estudiantes, así como la participación educativa comunitaria y cómo entre tod@s tomamos decisiones del hábitat en el cual deseamos seguir viviendo.