LA SOLEDAD DE LOS GRANDES
CARTAS AL DIRECTOR
La soledad es uno de los aspectos más relevantes que muestra la última versión de la Encuesta de Calidad de Vida en Personas Mayores. La mayoría de los consultados siente que tiene adecuadamente satisfechas sus necesidades económicas, pero el sentimiento de soledad aumenta respecto de la encuesta anterior.
Este dato corrobora lo que muestra la CASEN 2022: las personas mayores presentan una menor proporción de personas en situación de pobreza por ingresos, en comparación con la población menor de 60 años. Esta realidad se explica por los ingresos que aporta la Pensión Garantizada Universal (PGU). Pero esa mejor situación socioeconómica no los resguarda de la sensación de soledad y aislamiento social, que son condicionantes de salud emergentes en este grupo etario. La primera es la sensación subjetiva de tener menor afecto y cercanía de lo deseado en el ámbito íntimo y relacional. Lo segundo es la situación objetiva de contar con mínimos contactos con otras personas.
La Sexta Encuesta de Calidad de Vida en la Vejez revela que las personas con menor nivel educacional, más de 80 años, peor percepción de salud y las mujeres, son quienes tienen mayor riesgo de aislamiento social y mayor sentimiento de soledad. A mayor edad, mayor ausencia de amigos y familiares. Mientras un 21% de quienes tienen educación superior señala no tener ningún amigo cercano a quien llamar, este porcentaje sube a un 46% entre quienes tienen solo educación básica.
El aislamiento social es un factor condicionante en la vida de los grandes, sobre todo de quienes viven en pobreza y exclusión. Quienes trabajamos en esto sabemos que el efecto de una vida en pobreza se traduce en acumulación de experiencias negativas que atentan contra el envejecimiento digno, activo y saludable.
Abogamos por políticas públicas que recojan los aspectos multidimensionales de la vejez y que inviertan en planes y programas que no tan solo permitan satisfacer las necesidades básicas y urgentes, sino que posicionen en el mismo nivel las de apoyo e inclusión social, que son vitales para todos.
María Isabel Robles,
directora técnica nacional Hogar de Cristo