¿Qué se respira hoy en Freirina?

En la visita de despedida que el ahora ex Presidente Sebastián Piñera realizó en la Región de Atacama poco antes de dejar La Moneda, efectuó una declaración que perturbó la aparente calma que ahora se vive en Freirina. “Nosotros le planteamos a Agrosuper un plan de cómo mejorar su política en cuidado de su medioambiente, de los riles, de los desechos, y si la empresa cumple con esas medidas, que ya están establecidas e incluso acordadas con ellos, la empresa va a poder volver”, dijo el ex mandatario asegurando que sería “cumpliendo en forma fiel y estricta, las normas ambientales”. Sin embargo, sus palabras desataron una serie de reacciones al supuesto regreso de la planta de la empresa del holding controlado por Gonzalo Vial.
El primero en oponerse a las declaraciones de Piñera fue el propio alcalde de Freirina, César Orellana. A través de los medios consideró un “desatino” las palabras el ex Presidente: “Parece que no está al tanto de la opinión que tienen los vecinos de Freirina”, sentenció.
Por su parte, el dirigente y vocero del grupo opositor a Agrosuper, Freirina Consciente, Yahir Rojas, agregó enérgico que “un Jefe de Estado no puede estar de vocero de una empresa. Pero ¿Todos piensan así en Freirina?
A un año y cuatro meses desde que el directorio de la empresa decidió paralizar su funcionamiento- tras diversas protestas y episodios de violencia derivados del mal olor proveniente de las heces sin tratar de los cerdos y exigencias contenidas en una nueva Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que reducían a la mitad la capacidad de producción del complejo, haciéndolo económicamente difícil- todavía existen preguntas sin una respuesta contundente.
¿Qué opinan los más de 6 mil habitantes de Freirina respecto a la salida de Agrosuper? ¿Cuál es la realidad laboral, luego de la desaparición de al menos 500 puestos de trabajo?
Carlos es chofer del recorrido Vallenar Huasco desde hace cuatro años. Cuenta que al menos el 80% de los habitantes de Freirina quiere que la empresa vuelva, pero que nadie lo dice abiertamente por temor a las represalias de quienes lideraron las protestas en 2012. De hecho, él y los demás entrevistados para este reportaje no quisieron dar su apellido.
“Todo el comercio se resintió y a nosotros nos bajaron muchos los pasajeros, antes las micros pasaban llenas”, agrega.
En uno de los restaurantes del pueblo atiende la señora María. Es camarera hace nueve años y también reconoce una baja notoria en la clientela. “Cuando estaba Agrosuper venía mucho más gente. Los negocios se han visto muy afectados, la gente floja es la que se opone a que la empresa regrese”, advierte.
En tanto Zulema, una ex comerciante que debió dejar su antiguo trabajo por un problema de salud, sostiene que “si Agrosuper hace bien las cosas podría volver, pues la cesantía aumentó mucho, pero la gente ya no les cree y no queremos tener que soportar nunca más esos malos olores”.
En una esquina de la calle principal del pueblo, Patricia y Pedro, dicen que se oponen al regreso de la faenadora porque mucha gente se enfermó. Dicen que en Freirina están divididos entre los que quieren que regrese y los que no están de acuerdo. “Antes no había tanto trabajo, pero estábamos unidos como pueblo, Agrosuper nos separó”.
Las dueñas de un local de comida rápida coinciden en que “la gente ya se acostumbró a que Agrosuper no esté, así que muchos que quedaron cesantes están buscando otros trabajos o se fueron del pueblo”.
Desde la Municipalidad local aseguran que no manejan “datos duros” respecto al desempleo. Sin embargo, las cifras proporcionadas por una fuente al interior de la Oficina Municipal de Intermediación Laboral (OMIL) indican que entre enero de 2013 y enero de 2014 hubo 134 personas que solicitaron trabajo a través de esta repartición. De ese número, 82 personas lograron ocuparse -principalmente subcontratados- por más de dos meses, pero no hay certeza de que sigan trabajando.
Otras 50 personas pudieron emplearse al menos por un mes en las labores derivadas de “el parado de planta” de empresas como CAP y Guacolda. “Este trabajo se realiza normalmente una vez al año, pero no dura más de dos meses y la remuneración bordea los 400 mil pesos”, precisó la fuente.
Lo que sí llama la atención es el registro del período inmediatamente anterior, es decir, enero de 2012 y enero de 2013, tiempo en que la planta de cerdos operaba a plena capacidad. En ese lapso, sólo seis personas solicitaron empleo a través de la OMIL, dato que sirve como indicador en cuanto la realidad de la desocupación, pero que el funcionario no se atreve a explicar.
Asegura es que las declaraciones de Sebastián Piñera “trajo muchos problemas”, pues reactivó un tema que ellos quieren dejar atrás. “La negativa de la gente para que regrese Agrosuper tiene que ver con la desconfianza hacia la empresa, esto no significa que estamos cerrados a otros emprendimientos empresariales”, concluyó.
El INE, por su parte, no genera información a nivel de comuna lo que hace más difícil medir el efecto del cierre de lo que fue la mayor faenadora de cerdos del país. No obstante, datos de la encuesta Casen señalan que en 2009, la comuna tuvo una tasa de desocupación mayor a la de la región y a la del país (15,7%, versus 9,43% regional y 10,22% país), la que, sin embargo, en el año 2011, cuando comenzaron a llegar los cerdos a la planta y se contrató mano de obra, descendió considerablemente a un 5,54%, por debajo de la media regional (6,42%) y nacional (7,73%). La misma Casen detalla que en 2009, los ocupados de la comuna eran 1.880 personas las que aumentaron a 2.268 en 2011, mientras que en el mismo lapso de tiempo los desocupados pasaron de 352 a 133 individuos.
Desde la oficina regional del Sence indican que en 2010 hubo 52 personas capacitadas en Freirina, cifra que se elevó notoriamente al año siguiente, en pleno boom de Agrosuper, cuando 483 trabajadores se especializaron. En 2012 esta cifra cayó a siete personas, elevándose a 69 el año pasado. La razón podría relacionarse a la demanda de mano de obra especializada generada por la faenadora a partir del 2011 y que decayó cuando decidió cerrar sus puertas.
En tanto, un estudio de Corproa, señala que la comuna de Vallenar evidenció excelentes indicadores laborales en el período 2011 y 2012, gracias a la entrada y posicionamiento de nuevas demandas generadas por la industria y minería, incluso se llegó al pleno empleo en el trimestre noviembre 2011 y enero 2012 (anotó un 3,8% de desocupación).
“Esta tendencia fue alterada en 2012 por grandes acontecimientos que repercutieron en la desvinculación masiva de trabajadores, disminución de las expectativas económicas y postergación de la cartera de proyectos mineros de la zona”, sostiene el informe.
En la actualidad, en las 70 mil hectáreas que Agrosuper mantiene en la carretera que une Vallenar y Freirina, el enorme complejo industrial está vacío Atrás quedaron los días en que en este lugar había más de 450 mil cerdos y al menos unas 500 personas trabajando. En su interior sólo se encuentran un par de guardias y algunos representantes de la empresa. Un par de perros hacen menos solitarios los días. Nadie quiere hablar. La lata oxidada de una camioneta incendiada en las protestas y las huellas de los neumáticos encendidos son el recuerdo de los días en que Agrosuper fue noticia nacional.
Hoy, la faenadora ha vuelto al tapete. La empresa ha dicho que no está en sus planes de negocios volver a Freirina, aunque no está zanjado si esa decisión es definitiva o temporal. Los medios especializados informaron hace unas semanas que Agrosuper inició la venta de parte de los activos fijos de la planta a un precio mínimo de US$ 5,6 millones lo que, sin embargo, no incluye los terrenos donde se encuentran las instalaciones. Este proceso de venta, incluiría sólo bienes muebles (planta faenadora de cerdos, planta de proceso de matadero y corte y planta de tratamiento de efluentes), los cuales hacen menos dificultoso su traslado, pero no afectará a otras estructuras de mayor tamaño como galpones del complejo industrial.
La información se desprende de la página web de Colliers, empresa internacional que se dedica a transacciones e intermediaciones de bienes y que está a cargo del proceso de enajenación de esta unidad de la planta cuya inversión bordeó los US$ 500 millones incluido el terreno, los animales, las máquinas, los gastos en remuneraciones y su desarrollo ingenieril.
Para muchos miembros de Freirina Consciente, esta información es falsa y sólo pretende disimular las reales intenciones de la empresa para volver cuando los ánimos decaigan. Para muchos otros habitantes del pueblo, la vuelta de Agrosuper sería la única manera de mejorar su condición económica tomando en cuenta que el sueldo promedio de los trabajadores de la planta bordeaba los 450 mil pesos versus los 250 que se puede ganar en labores agrícolas. Para otros, Freirina firmó un precedente para las luchas sociales, razón por lo cual, los dirigentes no van a permitir que Agrosuper se reactive por más que cumplan todas las leyes medioambientales vigentes o incluso vayan más allá. Hay otros sectores de la sociedad que piensan que el desarrollo de Atacama y en particular de la provincia del Huasco es viable y posible, pero para ello se requiere dialogo y voluntad. A más de un año del cierre de la planta, este es el aire que se respira hoy en Freirina.

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