Increíble historia de agricultora que resistió aluvión en su casa y hoy presta apoyo a crianceros de Alto del Carmen.

Por más que bomberos y carabineros le gritaban desde del otro lado de la ribera del río María Rojas (63) no quiso recibir la ayuda de los rescatistas en el momento en que las quebradas del río Huasco abrasaban todo a su paso ese fatídico 25 de marzo en Atacama.

A estas alturas esta criancera de Alto del Carmen tenía sólo un objetivo en mente: proteger a el poco ganado de cabras que con esfuerzo había logrado tener. Luego de la emergencia, María Rojas logró cerrar sus cercos y con ayuda de fardos alfalfa entregados por el Prodesal de la comuna alimentó a los animales que sobrevivieron. Hoy recibe en su corral la ayuda de los médicos veterinarios del SAG a través del operativo sanitario que ese servicio destina en la comuna y en la provincia.

“Yo soy nacida y criada en esta zona junto a mis padres. Cuando vi venir la quebrada tuve miedo pero pensé en mis 100 cabras. Esperé dentro de la casa y reforcé los portones del corral. Doy gracias a Dios que el agua no alcanzó el nivel del terreno porque si no, la historia hubiese sido otra” expresa.

Hoy y a más de un mes del aluvión María Rojas vuelve a tender nuevamente una mano a su vecinos. Con cariño sigue recibiendo animales perdidos y ganado extraviado de crianceros del sector. “El año pasado me calificaron como usuaria de INDAP porque hasta ese minuto no había recibido forraje por las heladas y la sequía. El años pasado recibí un bono de 200 mil pesos que vino muy bien para tener el ganado sano y productivo. No me podía quedar de brazos cruzados con esta tragedia, y le pedí a los crianceros vecinos que me trajeran sus animales para que puedan tener un terreno seco y plano donde estar”.

Como parte de su plan de acción el Gobierno está invirtiendo 30 millones de pesos sólo en compras de pasto y suministros alimenticios para cabras y ganado menor. En Alto del Carmen ya se han entregado cerca de mil quinientos fardos desde Ministerio de Agricultura a través de INDAP, sumados a 2 mil fardos más comprados por la Gobernación, que suman esfuerzos de las autoridades por rehabilitar productivamente y con rapidez las cuencas que fueron devastadas por el fenómeno climático que todavía tiene conmocionado al país.