Olivicultores en alerta por presencia de plaga de Escama Blanca

Entomólogos de INIA entregan consejos para controlar este dañino insecto, que puede afectar el rendimiento y la calidad de las olivas produciendo pérdidas económicas en la producción de aceite y aceitunas de mesa.

Temporada tras temporada, los olivicultores de la región de Atacama deben lidiar con la silenciosa presencia de la escama blanca de la hiedra (Aspidiotus nerii), plaga primaria para la industria olivícola del Valle del Huasco, especialmente para la producción de aceitunas. Durante la última temporada agrícola, un equipo de entomólogos de INIA, encabezados por el Dr. Claudio Salas, ha realizado prospecciones en el sector de El Pino, en  Huasco Bajo, donde se determinó niveles de infestación en frutos de entre un 8 a 10%, equivalentes aproximadamente a 1.000 kilos de olivas descartadas por hectárea, generando mermas económicas directas para los productores de la zona.

El ciclo biológico de la escama se inicia con la postura de 135 o más huevos, los cuales permanecen protegidos de depredadores y condiciones ambientales adversas bajo el escudo de las hembras madres. Después de un breve tiempo tiene lugar la emergencia de las ninfas que recién nacidas se movilizan para fijarse en el sustrato donde se van a alimentar.

Para controlar esta plaga, se requiere de un monitoreo adecuado de parte del agricultor. Claudio Salas, experto INIA en manejo de plagas, propone realizar un monitoreo sistemático para reducir las pérdidas económicas de la escama pues “es la única manera de evitar que el insecto colonice los frutos, ya que una vez fijado a éstos los daños son irreversibles”, sentencia el entomólogo.

La detección de la presencia de ninfas migratorias es clave, puesto que es el estado más vulnerable al control. Al respecto, Salas entrega fecha clave para el monitoreo y recomienda una particular forma de detectar la plaga. “Como consejo se puede hacer un monitoreo de las ninfas migratorias a través de la disposición de cinta adhesiva de doble cara en ramillas de fructificación. De esta forma, es posible identificar el momento en que ocurre el movimiento de las ninfas al quedar adheridas a la cinta. El movimiento de las ninfas migratorias debe ser monitoreado a través de las cintas a partir de inicios de septiembre debiendo reemplazar la cinta de forma semanal”, sugiere.

¿Cuándo y qué aplicar para eliminar este insecto? Según Salas, “una vez que se ha detectado el movimiento de las ninfas migratorias es necesario establecer una estrategia de control para evitar que éstas colonicen las olivas.  INIA a través de su programa de reducción de plaguicidas recomienda el uso de detergentes agrícolas o aceites minerales para el control de esta plaga, los cuales han demostrado ser eficientes y con bajo impacto ambiental”, explica el investigador.

La presencia de la escama blanca no es nueva en la región, ya que por décadas los olivicultores del Valle del Huasco deben lidiar con este insecto. Hoy, esta plaga amenaza de forma constante a productores de la zona, ya que su presencia en olivos puede alcanzar altas poblaciones causando deformación y manchado del fruto, sumado a una reducción de un 25% en la producción de aceite de oliva por temporada.