Estudio Anual Zoom de Género reveló una brecha de 19,3 puntos porcentuales en participación laboral entre hombres y mujeres

El informe, elaborado por el Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales, Fundación ChileMujeres, la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), arrojó, además, que en los hogares con niños y niñas menores de cinco años la brecha es muy superior, de 27,6 pp.

 En el contexto del Mes de la Mujer, el Estudio Anual Zoom de Género dio a conocer los principales resultados del informe 2023, balance laboral que analizó el entorno económico y su impacto en el mercado del trabajo en el país, evidenciando persistentes brechas entre hombres y mujeres.

El informe, que es elaborado por el Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales, en conjunto con Fundación ChileMujeres, la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), arrojó que, aun cuando la tasa de participación laboral femenina logró recuperarse a niveles previos a la pandemia, alcanzando un 52,6% en el trimestre octubre-diciembre 2023, persiste una importante brecha de género en la participación laboral -correspondiente a 19,3 pp- que impacta negativamente a mujeres, lo que se agudiza en ciertos segmentos de la población.

De acuerdo con el estudio, la presencia de niños y niñas de hasta cinco años se correlaciona con un aumento en las brechas de género en participación laboral, llegando a 27,6 pp en desmedro de las mujeres, en contraste con la brecha de 18,2 pp que existe en el resto de los hogares. Además, esta diferencia aumenta al considerar menores a tres años, llegando a 30,2 pp.

María Teresa Vial, presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago, explicó que “2023 fue un año complejo para la economía, y muestra de eso es que persisten brechas significativas en mercado laboral que perjudican a las mujeres, por lo que debemos avanzar en políticas públicas y privadas que fomenten la participación femenina en esta y otras industrias, a través del trabajo permanente con las empresas”.

Con respecto a los quintiles de ingreso, se tiene que a mayor quintil de ingresos, mayor es la tasa de participación laboral, tanto para hombres como para mujeres y, si bien la brecha de género en materia de participación laboral en desmedro de las mujeres existe en todos los quintiles, las brechas son considerablemente mayores en los 3 primeros quintiles (los de menor ingreso). Además, se tienen importantes diferencias en la tasa de participación laboral entre las mujeres según el quintil de ingreso. Esta tasa es de un 29,5% en las mujeres del primer quintil y aumenta a 76,6% para el quintil de mayores ingresos (quintil V), evidenciando una brecha de 47,1 pp entre ambos grupos.

Asimismo, la presidenta ejecutiva de ChileMujeres, Francisca Jünemann, agregó: “tanto este Estudio Anual, como los Zoom de Género mensuales, aportan dando cuenta de brechas entre hombres y mujeres, y entre las propias mujeres que no estaban siendo visibilizadas. Así, destaco la realidad de ellas cuando tienen niños y niñas pequeñas, cuando están en la informalidad laboral y la precaria situación que esto conlleva, además del desempleo de las mujeres de los quintiles de menores ingresos, que integran el grupo en que más esfuerzos debemos hacer tanto del sector empresarial como del sector público para darles la oportunidad de un trabajo remunerado formal”.

Juan Bravo, director de OCEC UDP, resaltó que: “uno de los hallazgos más novedosos de este informe es la evidencia que revela que la mayor tasa de ocupación informal femenina está estrechamente relacionada a la mayor prevalencia de mujeres en empleos a jornada parcial. Lamentablemente en Chile hay muy pocas oportunidades de ejercer un empleo a jornada parcial en condiciones de formalidad. Y dado que las mujeres se insertan significativamente más que los hombres en estas modalidades laborales, esto explica por qué vemos persistentemente que la tasa de ocupación informal femenina es mayor a la masculina. Si se excluye el empleo a jornada parcial, la tasa de ocupación informal femenina es inferior a la masculina”.

Desde el Banco Interamericano del Desarrollo, Florencia Attademo-Hirt, gerente general de Países Cono Sur y representante del BID en Chile, mencionó: “Según estudios del BID, que están en línea con el estudio presentado, hay factores estructurales de larga data que limitan el cierre de brechas, incluso si existiese igualdad de oportunidades.  A pesar de los progresos realizados, el mercado laboral chileno sigue revelando disparidades de género, con tasas de participación más bajas para las mujeres, brechas salariales y representación insuficiente en los puestos de liderazgo”.

“La eliminación de las brechas de género crearía oportunidades para que las mujeres alcancen su pleno potencial, y generaría mayor crecimiento. En el BID estimamos que la eliminación de las barreras ocupacionales en la región del Cono Sur se traduciría en ganancias del PIB que oscilarán entre el 4% y más del 15%. En Chile, esta cifra se sitúa en torno al 9% del PIB”, explicó Attademo-Hirt.

Otros hallazgos relevantes

De acuerdo con el estudio, se mantiene una marcada distribución de hombres y mujeres en distintas ramas de la actividad económica. Construcción, Minería, Transporte y almacenamiento, y Suministro de electricidad y gas son áreas predominantemente masculinas, mientras que las actividades vinculadas al Hogar, Salud y Enseñanza, son las que presentan una mayor participación porcentual femenina. En Actividades de los hogares como empleadores se da la participación femenina más alta, superando el 90,8%, mientras que en la Construcción se observa la menor, con solo un 8,1% de mujeres.

Por otra parte, se observan brechas en el ingreso mensual de la ocupación principal en las distintas ramas de la actividad económica. De esta forma, prevalece un diferencial en el ingreso laboral en el Comercio (-35,1%), Industria Manufacturera (-32,1%), Enseñanza (-29,3%) y Salud (-36,5%). En el caso de la Construcción, se observa una brecha a favor de las mujeres de un 24,5%, lo que se explica por la composición del empleo en dicha rama, debido a que las pocas mujeres que se insertan en el sector lo tienden a hacer en empleos de alta calificación y mejor remunerados.