Lleno total del Embalse Santa Juana en el Valle de Huasco

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Por tercera vez en dos décadas opera su rebalse

Entre los años 1992 y 1995 la entonces Dirección de Riego del Ministerio de Obras Públicas construyó el Embalse Santa Juana, actualmente de propiedad de los agricultores del valle de Huasco, administrado por la Junta de Vigilancia del Río Huasco. Un proyecto que, como muchas de las grandes obras de riego, demoró décadas en ver la luz. Por consiguiente, muchos escépticos pensaron que “jamás se llenaría”. Apenas terminaba su construcción, vinieron las lluvias de 1997 y un año después el embalse estaba lleno. Fue así como por primera vez empezó a verter agua por su vertedero lateral, para entonces sólo excavado en roca, el año 1998. El hecho fue calificado como un verdadero milagro, porque de haber demorado su construcción, la cantidad de agua de la crecida del ’97 hubiera sido devastadora para la ciudad de Vallenar, pues aún con embalse causó estragos en el valle.

Posteriormente, fue para los deshielos del año 2002 cuando volvió a llenarse. En su historia de dos décadas sólo dos veces ha rebalsado, esta es la tercera vez, por ello, el Seremi de Obras Públicas, César González calificó de histórico el evento “se trata de algo histórico y de enorme importancia para la provincia de Huasco. Con un buen manejo, tendremos agua potable y de riego con seguridad para los próximos 5 a 6 años, para las 10.000 hectáreas productivas del valle. Cabe señalar que desde que entró en operación el Embalse Santa Juana se ha triplicado la superficie de riego tecnificado, por ejemplo, hecho que nos permite avanzar sustantivamente en mejorar el uso eficiente del recurso hídrico”, por otra parte, indicó que “es de esperar que con riego seguro, la banca privada ofrezca mejores condiciones crediticias a nuestros agricultores, pues el embalse se constituye en un gran aval”.

El hecho de que el embalse entre en régimen de excedencia (rebalse), implica que además se podrán recargar los acuíferos, lo que también permitirá recuperar el nivel de los pozos de agua y asegurar el agua potable para la provincia.

Desde la Dirección de Obras Hidráulicas señalaron, “otro gran beneficio es el control de las crecidas, dado que para el aluvión del año 2015 el peak de caudal que entró al embalse fue de 300 m3/s, los que ayudaron a conseguir el llenado que hoy tenemos, pues el embalse estaba seco. Así y todo, por Vallenar pasaron cerca de 50 m3/s, lo que si se hubiera sumado al caudal entrante al embalse, habría ocasionado un desastre de las mismas proporciones sufridas por Copiapó y Chañaral, pues los estudios indican que ya con 200 m3/s Vallenar se inunda.”

Fuente: DGA, 2016