PRODUCTORA DE CAIGUA VIAJO A FORO MUNDIAL ECONOMICO DE DESARROLLO ECONOMICO LOCAL EN TURIN

Integra delegación que organiza INDAP junto a Prochile la cual busca conocer experiencias a nivel mundial en el desarrollo territorial rural de los pueblos

Hija de padre y madre diaguita, Verónica Flores nació en Chuquicamata, sin embargo, no pudo acostumbrase a la altura y a la vida de ese campamento minero y retornó junto con su familia a Atacama. Hoy a sus 58 años sigue decidida a producir frutas y hortalizas en su huerto de Camarones, distante a 17 kilómetros de Vallenar.

Su producto estrella por estos días es la caigua o caihua, que es considerada como un fruto ancestral, debido a que era frecuentemente usada por algunas culturas precolombinas. Hoy se sabe que la caigua tiene propiedades adelgazantes y digestivas, así como también combate la hipertensión y el colesterol malo del organismo. En marzo de 2015 se ganó un proyecto denominado “Rescate, desarrollo y manejo agronómico del cultivo de caigua para su utilización como insumo en circuitos cortos” junto a la cooperativa que integra, y está a un paso a dar un salto con su comercialización en otros mercados.

Junto a otros pequeños productores agrícolas de Chile miembros de cooperativas viajó a integrar el Foro Mundial Económico de Desarrollo Rural que se desarrolla entre el 10 y el 17 de Octubre en Piamonte, Italia, el cual busca establecer distintas miradas del Desarrollo Territorial Rural con Identidad Cultural

¿Cómo ha sido su experiencia con la caigua y este proyecto?

No me es extraña. De chica me acuerdo que mi papá encargaba caiga desde Chuquicamata y otras ciudades del norte, así que siempre tuvimos en el terreno y nos alimentábamos de caigua en la casa. Pero conocía poco de las bondades de esta hortaliza. Con el correr de los años empecé a estudiar e informarme sobre sus propiedades y con la ayuda de la Universidad de Chile iniciamos a comienzos de año un proyecto a través del FIA para producir en mayor volumen y poder comercializar. En Vallenar en cada feria Prodesal de INDAP daba a probar y conocer, así la gente se fue enterando de las propiedades de la caigua para bajar de peso y para problemas de digestión del cuerpo”.

¿Cuál cree que ha sido su sello como agricultora a la largo de su vida?

Yo creo que la innovación. Siempre he estado buscando hacer las cosas de forma distinta, tratar de cambiar mi realidad. Me he dedicado a probar siempre con nuevos productos. En esta ocasión aposté por la caigua que es un fruto ancestral, pero haciendo mermelada con él, dándole un uso distinto y atractivo. Recuerdo que hace 10 años trajimos mangos al valle cuando nadie se atrevía a cultivar esta fruta porque era muy delicada. Estábamos acostumbrados a tener frutos tradicionales como palta, naranjas, higos y limones. Pero vimos que el mango era un árbol que se adaptó muy bien a las condiciones del terreno y decidimos continuar con la producción hasta el día de hoy, en que estamos elaborando bajo resolución sanitaria mermeladas de mango”.

¿Qué es lo que va a contar Ud de su experiencia como agricultora en Italia?.

“Mi mirada territorial es que nuestro grupo tenga un porvenir asociativo, y estamos apostando a salir a adelante como cooperativa comercialmente hablando. Nos ha constado mucho todos estos años, primero produciendo paltas, luego apostando al cultivo de mangos y últimamente elaborando mermeladas de mangos; nos ha contado mucho enfrentar las temporadas de sequía y se heladas. Lo último que nos tocó enfrentar fueron los aluviones, pero…sabe qué…, hemos tenido mucha unión en el grupo. Yo creo que la asociatividad es la clave de nuestro éxito. 12 cabezas piensan más que una. Si tenemos 10 kilos de fruta para vender, vendemos esos 10 kilos sin importar que sea poco. Ese es el espíritu que creo vamos a decir y contar en Italia a los que nos escuchen”.