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  • En el marco del Día Mundial del Agua, la JVRH, la DPP y el mundo académico, realizaron exitoso seminario en Vallenar sobre la importancia de los radares meteorológicos en el mundo.

Radares de predicción del clima, seguridad y el uso de las nuevas tecnologías, fue el objetivo del exitoso seminario sobre la “importancia de los radares meteorológicos en el mundo” desarrollado en Vallenar y organizado por la Junta de Vigilancia de la Cuenca del Río Huasco (JVRH) en conjunto con la Delegación Presidencial del Huasco (DPP) y el mundo académico.

El evento tuvo lugar en la Hostería de Vallenar y contó con la participación de autoridades, representantes del mundo privado, académico y de la comunidad organizada, además de destacados expositores: Rosa Zamora, meteoróloga de la Universidad de Valparaíso y Doctora en Ciencias de Sistema de Terrestres del Instituto de Pesquisas Espaciais (INPE) Brasil; Raúl Valenzuela, Ingeniero en Recursos Renovables y Doctor en Ciencias Atmosféricas  de la Universidad de Colorado Boulder; y Víctor González, Ingeniero Civil de la Universidad de La Serena y experto en Recursos Hídricos.

“Me pareció que el seminario fue capaz de convocar a un público muy diverso, lo que siempre es beneficioso para la discusión, celebro especialmente la presencia de estudiantes y vecinos puesto que un radar meteorológico es un instrumento que intenta beneficiar a la sociedad en su conjunto y por tanto la presencia de este tipo de público es esencial”, explicó Raúl Valenzuela, expositor en el seminario.

Por su parte, la Delegada Presidencial del Huasco (DPP), Karina Zárate, destacó que “la implementación de sistemas avanzados de prevención climática es crucial para proteger a la población ante situaciones meteorológicas extremas y garantizar la seguridad de la ciudadanía. Cómo Gobierno estamos interesado en seguir adelante con esta iniciativa que está propiciando la Junta de Vigilancia de la cuenca del Río Huasco”.

En la misma línea, el director general de Aguas del MOP Atacama, Rodrigo Sáez, agregó: “Lo que podemos alcanzar hoy día es una robusta red de monitoreo meteorológica que vendría a ser potenciada por un radar, sin duda. Entonces, tenemos que evaluar si es posible avanzar en radarización y, por lo tanto, siempre estos seminarios van a ser interesantes para efectos de conocer más, de tener mayor antecedentes”.

El director del Tramo II de la cuenca y representante del Directorio de la JVRH en el evento, Mauricio Ríos, señaló que “en nuestra Organización de Usuarios de Aguas (OUA) nos hemos propuesto desafíos importantes para avanzar y adelantarnos a los efectos producidos por el cambio climático, y este seminario que permitió reunir al mundo público, privado y académico con gran marco de asistentes es un gran ejemplo de aquello”.

Por último, Víctor González, gerente general de la JVRH, enfatizó en que el objetivo del seminario se cumplió. “En una nueva conmemoración del Día Mundial del Agua logramos instalar y poner en discusión la necesidad de implementar nuevas tecnologías en nuestra región que permitan modernizar el sistema, avanzar junto a la ciencia y el mundo académico, con quienes coincidimos”.

La importancia y viabilidad de un radar en Chile:

Respecto a la viabilidad de instalar un radar meteorológico en Atacama, Raúl Valenzuela explicó que “se debe determinar un estudio detallado que considere la topografía compleja de la región, acceso a caminos, electricidad, área de cobertura y el objetivo que se quiera apuntar, por ejemplo, mejorar las alertas tempranas por lluvias convectivas o bien monitorear las lluvias para evaluar de mejor manera el recurso hídrico. En principio ambos objetivos pueden lograrse en una misma ubicación, pero solamente el estudio puede determinar la ubicación final o ideal. Para el Estado, constituiría el primer radar meteorológico a nivel nacional. Podría ser un ejemplo para el resto de las regiones”.

“Dentro de los beneficios sería contar con información detallada y continua sobre las lluvias en todo el territorio observado por el radar. Esto permitiría tomar mejores decisiones en el manejo de emergencias asociadas a lluvias extremas. Además, a medida que esta información se archive año a año, se puede evaluar de manera más precisa el recurso hídrico de la región”, agregó el Doctor en Cs. Atmosféricas y Oceánicas de la Universidad de Colorado Boulder.

Desde el mundo académico, Juan Campos, director de la Universidad de Atacama sede Vallenar, manifestó que fue “una instancia muy positiva, siempre es bueno hablar sobre ciencia, hablar sobre nuevas tecnologías que nos permitan de alguna manera replantearnos, poder discutir, conversar y trabajar de manera colaborativa con todas las entidades públicas y privadas para concretar este tipo de iniciativa en beneficio de nuestra provincia del Huasco”.

Por otra parte, Jorge cortes, participante del seminario y estudiante del Liceo San Francisco de Vallenar, dijo que “fue una instancia maravillosa en la que pudimos tratar un tema tan importante como implementar los radares meteorológicos, es genial. Tras los eventos meteorológicos extremos, se me ocurrió investigar sobre el tema, y aquí cuando se explicó que en Chile no hay radares meteorológicos aún fue una gran sorpresa”.

Aluviones en Atacama:

Los académicos de la Universidad de Chile, Gabriel Easton, Sonia Pérez Tello y Paulina Aldunce Ide, editores del libro “Aluviones y Resilencia en Atacama, contribuyendo saberes sobre riesgos y desastres”, realizaron una tarea cuya primera intención fue, muy simplemente, salir en ayuda a las víctimas del aluvión que afectó a Atacama el 25 de marzo de 2015.

Sin embargo, lograron generar un estudio acabado sobre la problemática de los aluviones y la capacidad de resiliencia en la región de Atacama. La investigación examina principalmente el desastre ocurrido en el año 2015, cuando una serie de intensas lluvias provocaron aluviones devastadores en la zona.

La consecuencia, más de treinta y cinco mil damnificados, causando la muerte y desaparición de cuarenta y siete personas y enormes daños materiales, este episodio generó un contexto de incertidumbre en todos los ámbitos de la vida y vino a mostrar, una vez más, la situación de vulnerabilidad estructural de su población ante amenazas naturales propias de un desierto imperecedero pero dinámico, como el de Atacama.

A lo largo del libro, se resalta la importancia de construir una cultura de la resiliencia en la sociedad y la necesidad de una planificación integral de la gestión de riesgos. También se destaca la participación comunitaria como un componente fundamental para fortalecer la capacidad de respuesta y recuperación frente a estos eventos.

En el 2017 se repitió la historia, se reportaron varias personas fallecidas y desaparecidas, y se registraron daños significativos en viviendas, infraestructura vial y servicios básicos.

Estos aluviones han dejado importantes lecciones sobre la necesidad de implementar medidas de prevención y resiliencia ante eventos climáticos extremos en la región de Atacama.