Cerca del 100% de la población vacunada presenta anticuerpos para Covid-19
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Católica del Norte, la Universidad de Talca y la Universidad del Desarrollo determinó que más del 98% de la población cuenta con anticuerpos contra el Sars-CoV-2.
Se trata de “Estudio de seroprevalencia seriada de la inmunidad a la infección por SARS-Cov-2 y monitoreo de cobertura efectiva de vacunación en dos ciudades chilenas”, un proyecto financiado Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), la tercera evaluación realizada por el mismo grupo de investigadores, después de los proyectos previos del año 2020 y 2021.
¿El objetivo? Determinar la progresión de la prevalencia de inmunidad contra el virus Sars-CoV-2 y evaluar la cobertura efectiva del plan de vacunación en residentes de la zona urbana de dos ciudades, a través de la detección de la respuesta humoral (IgG), después de dos años de epidemia e implementación del plan de vacunación.
Así, en el transcurso de mayo de 2022, se estudió a una muestra aleatoria y representativa de más de 853 participantes de Talca y la conurbación Coquimbo-La Serena, en quienes se identificó la presencia de anticuerpos contra el virus que produce la COVID-19.
“Se determinó que 98,7% de la población tenía presencia de anticuerpos, con solamente un 1,6% de la población que no se había vacunado hasta esa fecha, mientras que un 55% de las personas habían recibido el esquema básico más un refuerzo y el 36% tenía dos refuerzos hasta esa fecha”, explica la Dra. Muriel Ramírez Santana, epidemióloga y directora del proyecto.
Otro hallazgo es que, entre los pocos participantes no vacunados, se observó la progresión de la pandemia, con un aumento de la seropositividad del 46,2 % en la segunda ronda (2021) al 85,7 % en la tercera ronda (2022), evidenciando la alta proporción de contagio que sufrió nuestra población, ya que esos anticuerpos fueron producto de la infección natural, no de la vacuna.
A lo largo de esta tercera etapa del estudio, se produjo la mayor alza de contagios causados por la variante Ómicron, por ello, el equipo investigador midió anticuerpos protectores tanto para esta variable como para el virus original. Así, se observó que de 110 personas que tenían 1 o 2 refuerzos de vacuna, el 98% tenía anticuerpos protectores para el virus original. Sin embargo, sólo un 65% tenían anticuerpos protectores contra Ómicron, es decir, más de un tercio de las personas no estaban protegidas contra la variante de mayor circulación.
“La evidencia indica que la alta cobertura de vacunación en Chile permite mantener altas tasas de prevalencia de anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2 en la población, independiente de los determinantes sociales de la salud. Además, se observó un escape de inmunidad protectora contra Ómicron. Por ello, es fundamental asistir a los centros de Salud para vacunarse con la opción que otorga mayor protección, que es la bivalente”, destacó la Dra. Ramírez.
FASES PREVIAS
Investigadores e investigadoras de este proyecto han realizado dos estudios previos de seroprevalencia de la infección por SARS-CoV-2 en Santiago, Talca y la conurbación Coquimbo-La Serena, en el 2020 y 2021. Salvo el trabajo previo de este equipo, no se han realizado en Chile otras investigaciones que midan anticuerpos en muestras con representación poblacional durante la evolución de la epidemia y posterior campaña de vacunación.
En la primera ronda se determinó la tasa de ataque de la infección del virus y se desarrolló una plataforma territorial para identificar zonas de mayor riesgo de infección en las tres ciudades, para asociarlos con determinados factores sociales.
En tanto, en la segunda etapa, se midió la protección e inmunidad conferidas por las vacunas, a partir de la detección de anticuerpos totales y de anticuerpos neutralizantes, en las mismas tres ciudades.
De esta forma, las tres fases del proyecto se han convertido en una radiografía de la evolución de la pandemia en nuestro país, constatando la importancia del trabajo científico interuniversitario, el que ha aportado evidencia científica para prever escenarios futuros en relación con la situación epidemiológica del Covid-19.