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Muy contentos por recibir la certificación del curso que como barrio recibieron gracias al Gobierno de Chile a través del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo –Sence- Atacama, se encontraba el grupo de beneficiarios de la Villa Esperanza de Copiapó, quienes en 170 horas quedaron capacitados para realizar labores de Instalaciones Eléctricas Domiciliarias y de Corrientes Débiles, luego de terminar el curso con el mismo nombre en la capital regional.
Cabe destacar que este curso nació de la necesidad de los vecinos de la Villa Esperanza, quienes a través de su dirigente Ana Carrasco, solicitaron al Sence poder tener la oportunidad de realizar un curso que los ayudara a mejorar sus competencias y así obtener un oficio que les permita mejorar la calidad de vida de ellos y sus familias.
El director regional de Sence Atacama, Mauricio Hidalgo Robledo, quien estuvo presente en la ceremonia mencionó que “este curso obedeció a una acción conjunta entre las necesidades que demandó la Villa Esperanza a través de su dirigente Ana Carrasco, lo pudimos concretar en función de la necesidad que tenía la comunidad y es así como un curso de instalaciones eléctricas y de corriente débiles les permitió a vecinos poder aprender y desarrollar competencias que para ellos le han sido tremendamente provechosas, porque le han cobrado sentido en el momento en que pueden desarrollar su quehacer en sus casas, pero también realizar pequeños emprendimientos”.
El curso Instalaciones Eléctricas Domiciliaras y de Corrientes Débiles, pertenece al Programa Becas Laborales y fue ejecutado por la Otic Cámara Chilena de la Construcción y la Otec Inacap, beneficiando a 19 vecinos de Villa Esperanza de Copiapó, con una inversión de $20.638.080.-
“Quería empezar con dar las gracias al Gobierno por la oportunidad que nos están dando, a Inacap, a los profesores, a la señora Ana, que se la jugó por nosotras, para que nosotros pudiéramos emprender en algo, tengo algo laboral para poder ayudar a nuestras familias aparte que esto nos ayuda porque no ocupamos todo el tiempo, son horas y yo ya practiqué algo y muy feliz, contenta porque las mujeres también podemos hacer algo que solamente antes lo hacían los hombres”, afirmó Carla Opazo Chinga, una de las beneficiarias del curso.

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