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En Atacama existen 9 mil 929 personas diabéticas diagnosticadas y controladas por los servicios de salud pública. En el caso de los hipertensos, esta cifra es de 17 mil 585 personas.

Si cuatro días de festejo pueden causar desequilibrios en el organismo de alguien normal, el riesgo para los enfermos crónicos de diabetes, hipertensión arterial o dislipidemias es mucho mayor. Consciente de la situación, la Directora del Servicio de Salud Atacama, Dra. Sonia Ibaceta Lorca se mostró preocupada e hizo un llamado a quienes padecen alguna de estas enfermedades, para redoblar los cuidados en estas fechas: “Durante las Fiestas Patrias tenemos que ser cuidadosos con la alimentación. Una persona con hipertensión, diabetes o dislipidemia puede llegar muy fácilmente a urgencias con un accidente coronario o una descompensación y poner en riesgo su salud y dañar a su familia. El llamado es a no suspender sus tratamientos, cuidar las comidas, tomar sus medicamentos, y no salirse de su dieta”, declaró la galena.

En la región de Atacama, según registros del Programa Cardiovascular del Servicio de Salud Atacama, existen 9 mil 929 personas diabéticas diagnosticadas y controladas por los servicios de salud pública. En el caso de los hipertensos, esta cifra es de 17 mil 585 personas.
El encargado del Programa Cardiovascular del Servicio de Salud Atacama, Carlos Báez, especificó los cuidados en la alimentación que deben seguir estos enfermos crónicos, para no descompensarse, ni sufrir crisis, permitiéndose algunas adecuaciones que les permita disfrutar equilibradamente. “Comúnmente se cree que los hipertensos deben dejar la sal, los diabéticos el azúcar y los dislipidémicos, disminuir el consumo de grasas. Pero no es tan simple, porque la mayoría de las veces estas enfermedades van juntas, y se suman otros factores como la obesidad, o tabaquismo, que empeoran el cuadro”, enumeró.

En el caso de los hipertensos, no basta sólo con dejar la sal, y descontrolar otros aspectos de la dieta: “El alcohol, el exceso de alimentos poco sanos y el cigarro elevan la presión arterial. En estas fiestas se puede comer carne a la parrilla, ojala muy magra, sin grasa, de preferencia carnes blancas. Evitar la sal en las comidas, las frituras, y acompañar con hartas verduras. Además, preferir alimentos naturales, porque aquellos envasados tienen altas dosis de sodio. En caso de beber, lo máximo es una copa de vino, siempre que no exista restricción médica”, recomendó el especialista.

Para quienes padecen diabetes, no basta con dejar de consumir azúcar en el té, pues todos los alimentos transforman los hidratos de carbono en azúcar. “La dieta de una persona diabética no puede ser flexible, al igual que el tratamiento farmacológico. Ellos saben, según la dieta que les entregan qué pueden comer y qué no. En un asado, tal vez media porción de arroz, con mayonesa light, verduras de hojas verdes, más una porción de proteínas sin grasa, porque la mayoría de estas personas suele tener asociada una condición de obesidad. Si no hay hipertensión asociada, se pueden consumir alimentos en conservas”.

La dieta de un paciente con dislipidemias, es decir, con alto colesterol en la sangre, está enfocada a reducir el consumo de grasas. Por este motivo, explicó Baez, “las carnes rojas están totalmente proscritas para estos enfermos. Así como las papas mayo, frituras, longanizas. Preferir carnes blancas a la parrilla como pollo, pavo o pescado, y si es salmón mejor, porque es rico en omega 3. También pueden beber vino, que por sus condiciones antioxidantes beneficia, siempre y cuando no se padezca de diabetes, o hipertensión arterial”.

La directora de SSA indicó que, en caso de requerir atención médica durante estas fechas, “deben dirigirse de inmediato al servicio de urgencia más cercano, para ser debidamente atendidos. La red asistencial está preparada para recibir un aumento en las atenciones, pero el llamado principal es a la prevención”, concluyó.

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