Por - - Comentarios desactivados en Realizan censo de Pingüinos en Chañaral de Aceituno

Cada año Conaf realiza diversos censos de animales en la región, uno de ellos es el conteo de los pingüinos de Humboldt, para lo cual se aprovecha el periodo en que anidan como el tiempo en que mudan su plumaje.

Tras embarcarse en la caleta de pescadores para un trayecto que puede durar entre media y una hora en bote, se puede acceder a la isla de Chañaral de Aceituno en el extremo austral de la Región de Atacama.

Acceder a esta masa de tierra compuesta en su mayoría por acantilados no es fácil. Primero se debe subir a un risco que hace de puerto, porque la isla no cuenta con demasiadas instalaciones, de hecho la presencia humana constante no existe hace bastantes décadas, pero una escalera casi inutilizada por la acción del mar, un faro y un estanque de agua son los únicos vestigios modernos que coexisten con sitios arqueológicos pertenecientes a los Changos.

Una vez que desembarcan, Cristian Rivera, biólogo marino y guardaparque de Conaf Atacama en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt – Sector Isla Chañaral, acompañado por un guardaparques transitorio y un alumno en práctica de uso público, tienen que acceder a lo alto del acantilado por este inhóspito sector.

En su ascensión se pueden observar una gran diversidad de aves que nidifican incluso ocupan las escarpadas paredes de Chañaral de Aceituno como base de operaciones de pesca, piquero, patos yecos y patos lille son algunos de los especímenes que se observan antes de encontrar al ave que le da el nombre a la reserva, el pingüino de Humboldt (Spheniscus humboldti), la misión: el primer censo anual de pingüinos que realiza Conaf Atacama cada año; el segundo se efectúa en diciembre.

La isla cuenta con otro acceso pero aunque parezca menos peligroso, significa trasladar todo un campamento por su superficie. Chañaral de Aceituno tiene 507,3 hectáreas y es la mayor de las tres islas que componen la reserva, a su vez es la única que pertenece a la Región de Atacama.

“En esta época es cuando los pingüinos cambian sus plumas, ellos llegan a las islas llegan muy gordos, luego de alimentarse en el mar, se instalan en sus nidos y comienzan a cambiar el plumaje, en ese periodo que dura dos semanas los pingüinos no pueden ingresar al agua, por eso es la época en que nosotros podemos hacer el censo, porque los tenemos ahí” comenta Cristian Rivera, quien agrega que “hay dos censo al año el otros fue hecho en diciembre del año pasado. En ese otro se utilizó una metodología denominada ‘distance’, se hace una transecta y a lo largo de ella se están contando  todos los nidos que tienen evidencia de ser ocupados con huevos o pollos, están en distintas fases, empollando o criando”.

En el censo de diciembre participaron seis personas, duró dos días, donde se hicieron seis transectas distribuidas en distintos puntos de la isla, cada una de 500 metros y en cada una., participaron dos grupos de tres personas, los datos se ingresan a un programa que se llama Distance el cual está en análisis.

Pero, el conteo que se hizo a fines de febrero consistió en un método más simple, porque en las transectas se van contando los pingüinos que se alcancen a ver, con la confianza de que estos no pueden escapar lanzándose al mar.

Al final se contaron 880 pingüinos, según Rivera algunos menos que los censos anteriores. La actividad se contempló para realizarse el 13 de febrero no obstante en una primera observación se constató que no había suficiente pingüinos y se optó por otra fecha, finalmente el 23 de febrero se concretó.

El pingüino de Humboldt utiliza estas islas para nidificar y cambiar su plumaje, pone dos huevos que demoran 40 días en eclosionar, mientras que los pollos alcanzan su desarrollo en un mes y medio. Ambas situaciones señalan al verano como la época ideal para observarlos ya que durante el resto del tiempo utilizan la corriente de Humboldt para alimentarse, descansando durante breves periodos en las otras islas que encuentra a su paso en las costas de Chile y Perú.

La reserva

Conaf como administradora de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt en lo referente a la sección insular terrestre (la sección marítima alrededor de la isla, corresponde a la reserva marina, que es administrada por Sernapesca), pertenece al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (Snaspe) y es responsable de proteger las especies que habitan en ella, a este respecto el director regional de Conaf, Diego Morales Banda afirma que “Conaf, como organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, cumple a mi juicio uno de las labores más hermosas y reconfortantes que se pueden realizar en el servicio público, me refiero a la protección de los espacios de biodiversidad más importantes de Chile, representados por nuestros parques y reservas nacionales. En el caso de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt estamos frente un ecosistema único, lo que le confiere un valor ambiental, genético, educacional y turístico que debe ser protegido. En esa perspectiva nuestra institución, es la única que ha logrado tener presencia permanente en el área, lo que ha implicado permanentes gestiones para contar con recursos y presupuesto. No obstante lo más importante es que contamos  con gente comprometida y dispuesta a dedicar su vida al cuidado de la naturaleza, nuestros  guardaparques, que con el apoyo de los funcionarios de la oficina en la ciudad de Vallenar, han logrado con mucho esfuerzo hacer una conservación activa del área. El monitoreo de los objetos de protección que albergan las Áreas silvestres protegidas,   acá el Pingüino, los guanacos en Llanos de Challe y Pan de Azúcar y los flamencos en el Nevado de Tres Cruces, forma parte de una de las tareas más importantes y significativas que desarrollamos con administradores del Snaspe de Atacama”.

El director agrega que “no puedo dejar de mencionar y agradecer a la comunidad de Chañaral de aceituno, el permanente apoyo a nuestro trabajo, tenemos importantes aliados en la localidad, que  conscientes de la importancia que representa este reservorio de flora y fauna único a nivel insular,  apoyan al estado, representado por Conaf, en la conservación y protección de estos ecosistemas”.

La misión de Cristian Rivera como guardaparques no termina en el conteo, Conaf es la única institución gubernamental con presencia permanente en la caleta de pescadores y él ya tiene experiencia en la corporación trabajando en otros parques como él mismo lo explica, “Es bastante gratificante yo cuando entré a Conaf primero estuve en la cordillera, aquí estoy más cómodo, es bastante grato por su gente, los pescadores son muy acogedores” señala Rivera.

Además de coordinar acciones con la administración de la reserva de la Región de Coquimbo, existen otras actividades que se han desarrollado en la isla, en su mayoría estudios científicos o fílmicos. Uno de ellos es un estudio de artrópodos realizado en isla Choros y Chañaral, “se trata de una investigación del departamento de entomología de la Universidad de la Serena con Jaime Pizarro a la cabeza, ellos primeros fueron a la isla de choros y encontró un insecto que es endémico de esa isla, luego se preguntaron qué pasaba con isla de Chañaral, vinieron e hicieron su investigación colocando trampas para insectos que caminan y estaban muy interesado en encontrar escorpiones, y los encontraron. La isla tienen una gran variedad de insectos algunos son endémicos como el caso de un escarabajo del cual se tienen pocos registros en el continente” agregó el guardaparques.

Fuente: Conaf Atacama.